29 de octubre de 2011

At first glance

He de decir que nunca creí en los amores a primera vista, siempre pensé que era algo inventado que servía a cantantes y poetas para rellenar sus obras. Para crear películas que hagan volar la imaginación de toda chica que esté deseando enamorarse. Pero, aquella tarde, una tarde corriente y aburrida como muchas otras, apareciste en mi vida, imponente, como una ráfaga de aire fresco que eliminó por completo todo mi pesar. De repente, como surgido de la nada, como si siempre hubieras estado ahí. Y sin más, pusiste mi mundo patas arriba con sólo una sonrisa. Con ese aire despreocupado que me invitaba a empezar a soñar. Contigo, con esos rizos color azabache, con tus manos acariciandome. Fue algo que surgió sin apenas darme cuenta, tan solo en un segundo, a primera vista. ¿Quién lo hubiera dicho? Quién hubiera siquiera imaginado que aquello podría ocurrir, que en un instante me conquistaras, que me hechizaras con tus ojos marrones, que el travieso de cupido me lanzara una flecha que día a día avanza, se abre camino dentro de mi, que me inunda como una avalancha de sentimientos, que llena cada recobeco de mi ser y que me susurra al oído que todo puede cambiar, como ha cambiado mi vida desde ese ínfimo segundo en que te conocí.


Related Posts with Thumbnails